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No todas las restricciones de Pekín sobre las tierras raras se han levantado tras la tregua acordada entre Xi Jinping y Donald Trump. Por el contrario, es posible que la disputa por estos recursos, esenciales para la electrónica y la defensa, resurja en el futuro.
Desde hace meses, un elemento casi invisible a los ojos del mundo, el itrio, se ha convertido en el foco silencioso de una nueva disputa mundial. Las existencias disminuyen, los precios se disparan y las entregas se paralizan. Mientras China y Estados Unidos intercambian promesas de tregua, las ruedas de la tecnología avanzada empiezan a ralentizarse. La advertencia de una posible nueva crisis de las tierras raras es, así, un capítulo más de un enfrentamiento comercial que, más allá del armisticio, parece destinado a perdurar.
A pesar de que la reunión a finales de octubre entre el presidente chino Xi Jinping y Donald Trump en Corea del Sur suscitó esperanzas de distensión, las restricciones chinas a la exportación, introducidas el pasado abril, siguen en gran medida vigentes. Pekín concedió un aplazamiento de un año al sistema de licencias gubernamentales obligatorias para los envíos de tierras raras y productos que contengan materiales afines, incluidos los fabricados en el extranjero con al menos un 0.1 % de recursos chinos, a cambio de un aplazamiento similar de las últimas restricciones de la Casa Blanca a las cadenas de suministro de tecnología.
Un elemento crucial en un mercado bajo presión
Las demás medidas introducidas antes de la última escalada siguen en vigor. El resultado es un endurecimiento de la cadena de suministro internacional, que corre el riesgo de ralentizar la producción tecnológica avanzada, aumentar los costos y poner en dificultades a sectores industriales enteros. El itrio desempeña un papel crucial en el funcionamiento de las tecnologías contemporáneas. Sin él, la producción de motores aeronáuticos, turbinas de alta eficiencia, sistemas energéticos avanzados y semiconductores se ralentizaría de inmediato.
El valor del itrio reside en su capacidad para conferir resistencia térmica y mecánica a los materiales sometidos a temperaturas extremas. Por ejemplo, las palas de los motores a reacción deben soportar un sobrecalentamiento prolongado y vibraciones intensas; el itrio es lo que les permite mantener la integridad estructural y la eficiencia. Lo mismo ocurre en los procesos industriales de fabricación de virutas, donde los recubrimientos a base de itrio protegen la maquinaria del desgaste químico y garantizan la precisión en el grabado por plasma. Su carácter indispensable lo ha convertido en un elemento clave de la modernidad tecnológica y de los aparatos militares.
China controla casi toda la cadena mundial de suministro de itrio. No solo produce la mayor parte, sino que también posee los conocimientos técnicos y la infraestructura para refinarlo y separarlo de otros minerales de tierras raras, un proceso complejo y tecnológicamente avanzado. Según datos estadounidenses, Estados Unidos importa el 100% de sus necesidades de itrio, el 93% de ellas directamente de China. Una dependencia tan clara conlleva una enorme vulnerabilidad geopolítica.
Cuando Pekín decidió introducir restricciones a la exportación como respuesta a los aranceles estadounidenses, toda la estructura de suministro internacional empezó a tambalearse. Las empresas denunciaron retrasos, dificultades para obtener licencias e incertidumbre sobre los plazos de entrega. En el comercio de tierras raras, la falta de previsibilidad suele ser más perjudicial que la reducción de los volúmenes: una industria acostumbrada al «justo a tiempo» puede entrar en crisis incluso con un retraso de unas pocas semanas.
Fuente: https://es.wired.com/articulos/que-es-el-itrio-el-elemento-critico-que-china-domina-y-ee-uu-necesita

