Por Maestra Martha Concepción Marín Contreras
Los océanos cubren el 70% de la superficie del planeta. Aunque parezca increíble solemos subestimar la magnitud de su papel en nuestra existencia. Producen al menos el 50% del oxígeno que respiramos. Además, son reguladores del clima y el mayor sumidero de carbono del planeta. Son una de las principales reservas de biodiversidad en el mundo y presentan un enorme potencial científico sin explorar. Junto con la pesca, los océanos siguen cubriendo las necesidades económicas y de sustento para más de 3,000 millones de personas en todo el mundo. En las regiones costeras, los ecosistemas de manglar y dunas contribuyen a proteger y reducir los daños causados por mareas de tormenta. Son claves para las economías mundiales, ya que se estima que, para 2030, habrá cerca de 40 millones de trabajadores en todo el sector relacionado con los océanos.
La Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó una resolución en diciembre de 2008 para designar el 8 de junio como el Día Mundial de los Océanos y esta iniciativa surgió en la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible celebrada del 26 de agosto al 4 de septiembre de 2002 en Johannesburgo, Sudáfrica. Durante ese evento, se reconoció la necesidad de centrar la atención en los océanos y sus problemas, como la sobreexplotación pesquera, la contaminación y el Cambio Climático.
A partir de entonces se conmemora esta fecha y que está enmarcada en el Decenio de la Ciencias Oceánicas de la ONU y en la Conferencia de los Océanos, que busca involucrar a todos en actividades de conservación de los recursos marinos y cumplir así con lo que estipula el Objetivo 14 Vida Submarina de la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible.
En 2025, bajo el lema oficial “Maravillas oceánicas: Sostener lo que nos Sustenta», se tiene el propósito de informar sobre el impacto de los humanos en los océanos y desarrollar un movimiento mundial de apoyo, uniendo a personas y comunidades en un proyecto para su gestión sostenible, constituyendo no solo un día de concienciación global, sino un llamado para promover su importancia y fomente la necesidad crucial de protegerlo mediante acciones a nivel local, nacional e internacional, para preservar estos ecosistemas vitales y aclamar sus maravillas en generaciones futuras. En esta jornada se destaca la asombrosa naturaleza que inspira el océano: su belleza, su misterio y reconociendo su papel fundamental en el sustento de nuestra vida y en el planeta.
Sin embargo, a pesar de los importantes beneficios de los océanos, estamos extrayendo sus recursos a un ritmo que supera con creces su capacidad de recuperación y provocando que los ecosistemas y entornos marinos se encuentran amenazados, deteriorándose rápidamente, alerta la ONU. Esta dinámica insostenible ha llevado a un punto crítico donde las décadas de explotación irresponsable como la pesca excesiva, ha ocasionado que el 90% de las grandes especies de peces marinas estén disminuidas. Por lo cual, necesitan urgentemente más apoyo que nunca para su conservación, ya que, en la actualidad, se enfrentan además a otras amenazas que incluyen:
Cambio Climático: Es una de las mayores amenazas que se ciernen sobre los océanos según las previsiones del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC), señalando que las modificaciones al sistema climático global se manifiestan, entre otros factores, por el incremento en la temperatura promedio de la atmósfera y los océanos, la pérdida de glaciares y capas de hielo. Y entre los efectos que ocasionara específicamente en las zonas costeras y marinas, se incluyen: un mayor riesgo de erosión en las áreas bajas y vulnerables a las inundaciones; el aumento acelerado del nivel del mar, que se proyecta de entre 30 y 122 centímetros para el año 2100 y desplazando a los habitantes de muchas comunidades. Los arrecifes de coral son muy sensibles al calentamiento del océano y junto con otros factores de estrés (radiación UV, cambios en la calidad del agua) mantiene en riesgo su existencia, debido a eventos de blanqueamiento, más frecuentes y severos. Los escenarios indican que se modificarán los patrones de movilidad de las diferentes pesquerías y que se incrementará la frecuencia e intensidad de los fenómenos meteorológicos extremos, con repercusiones peligrosas para la naturaleza y las personas.
Acidificación oceánica: La acidificación de los océanos está alterando la composición química del mar. El dióxido de carbono (CO2) se disuelve en los océanos para formar ácido carbónico y continuarán modificando su potencial del hidrogeno (pH) y la tendencia es que se volverán cada vez más ácidos, tras absorber una cantidad considerable de CO2. Actualmente el pH medio del océano es de 8.1, aproximadamente un 30 % más ácido que en la época preindustrial. El aumento de los niveles de acidez impide que las criaturas marinas calcificantes formen caparazones e interrumpe su proceso de apareamiento. A los peces también les resulta más difícil detectar depredadores en aguas ácidas y pone en riesgo la supervivencia de la vida marina de varios ecosistemas, como está ocurriendo con la degradación de los arrecifes de coral.
Contaminación por basura marina (plásticos y microplásticos): La existencia humana y su biodiversidad dependen del estado de salud de los océanos, sin embargo, como resultado de diversas actividades en tierra y el inadecuado manejo de diversos residuos, hoy enfrentan un grave problema de contaminación por basura marina, que el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (2015) , la define como “cualquier material sólido de origen antropogénico, fabricado o procesado, descartado a abandonado en el ambiente que llega al mar y costas, ya sea por disposición directa o indirecta por ríos, aguas residuales y pluviales o vientos. Los residuos plásticos, representa entre el 62 y 96% de la basura marina, por lo cual constituyen el tipo de desecho marino más nocivo y más persistente, principalmente los artículos de un solo uso (bolsas y botellas). De hecho, solo una pequeña parte de los plásticos se recicla, lo que involucra un importante impacto medioambiental por el aumento de su presencia, afectando a playas, ríos, islas remotas, regiones polares o flotando a la deriva, en enormes remolinos. Se ha encontrado plástico desde el suelo oceánico hasta las fosas marinas más profundas, afectando la biodiversidad y sus hábitats. Aunado al impacto en la economía de las comunidades costeras.
No hay que olvidar que cada día se vierte en nuestros océanos el equivalente a un camión de plástico y de acuerdo a datos de la ONU, más de 17 millones de toneladas métricas los contaminaban en el año 2021, cifra que se duplicará o triplicará para el año 2040, lo que resulta preocupante y si los seres humanos seguimos contaminando, también se estima que, en 2050, habrá en los océanos más plástico que peces, si no se toman medidas urgentes para remediar este panorama.

Cabe señalar que los desechos marinos plásticos, son tóxicos y a menudo las aves, focas y tortugas marinas, consumen pequeños pedazos como si fuera alimento, obstruyendo sus estómagos y cuando son afilados o ásperos pueden crear cortes en el sistema digestivo, lo que provoca infecciones y hemorragias. Además, se afectan diversas funciones biológicas en sus vías respiratorias o incluso son estrangulados con las redes pesqueras abandonadas, también conocidas como fantasmas.
Aunque los residuos plásticos visibles son los más ligeros y flotan, mientras que los más densos y pesados se depositan en el suelo marino, casi un millón de toneladas están formadas por los microplásticos, que son partículas de plástico de tamaños menores a 5 mm y se originan como producto de la degradación de los residuos plásticos de mayor tamaño y cuyas formas principales son fragmentos, fibras, PET y el polipropileno. Los microplásticos, se encuentran en la arena de las playas e ingresan a los océanos a través de los ríos, distribuyéndose entre los sedimentos y estando presentes hasta en organismos vivos como las aves marinas.

A nivel mundial, la Organización Mundial de la Salud, considera a los microplásticos como contaminantes emergentes ( es decir aquellos que los que recién se comienza a investigar sus concentraciones y efectos) y se han convertido en una preocupación debido a su impacto negativo en los ambientes marino y costero debido a sus interacciones y persistencia convirtiéndose en los últimos años en un desafío importante para las ciencias ambientales, químicas y toxicológicas, ya que algunas investigaciones sugieren que también podrían transferir sustancias tóxicas al cuerpo cuando se encuentran presentes en peces y mariscos consumidos por los seres humanos, por lo cual se está requiriendo de mayor investigación incluso con técnicas nucleares.
Contaminación por hidrocarburos
Aún existen grandes reservas de gas y petróleo bajo el lecho marino. El 80% del crudo que se encuentra en los mares proviene de la explotación petrolera de las plataformas marinas, el otro 20% de derrames de barcos y de aportes desde el continente. Sin embargo, la perforación y la prospección pueden dañar el medio ambiente marino local y muchas empresas petroleras no abordan adecuadamente las preocupaciones ambientales. De acuerdo al documento Perspectivas sobre los mares y costas de México publicado por la UNAM (2018), los derrames de petróleo son bastantes frecuentes, y en algunos casos resultan catastróficos por el nivel de afectación a los ecosistemas marinos. A nivel mundial cada año se arrojan en los mares alrededor de 4 millones de toneladas de combustibles o petróleo crudo. Estas situaciones provocan gran cantidad de problemas ambientales ya que los hidrocarburos contaminan playas, agua, sedimentos, biota, rocas, arrecifes, etc. A medida que escasean los recursos, las empresas se trasladan a zonas cada vez más remotas, algunas de las cuales cuentan con escasa protección ambiental.
¿Ante este panorama, que podemos hacer?
La ONU, exhorta a que debemos trabajar juntos para crear un nuevo equilibrio en el que no agotemos todo lo que el océano nos ofrece, sino que restauremos su vitalidad y le devolvamos una nueva vida, proponiendo soluciones para su conservación y utilización correcta y sostenible.
Ante el problema de la basura marina y la contaminación por microplásticos, este se relaciona con un deficiente o nulo sistema de gestión de residuos sólidos en las ciudades, por lo que en parte la solución radica en el diseño urgente de políticas que prohíban o limiten la venta y uso de las bolsas de plástico y otras que fomenten el reciclado, la clasificación de la basura en orgánica e inorgánica; que se amplie la educación ambiental en todos los niveles educativos.

Siendo necesario un mayor compromiso por parte de la sociedad civil organizada, del sector privado, así como los diferentes niveles de gobierno para lograr los cambios necesarios y aplicar acciones de protección y conservación ambiental, como lo es la participación juvenil en la limpieza de las playas, los ríos y lagunas.

Además de reducir nuestro consumo de plástico es fundamental y si bien no es fácil eliminar aquel que es innecesario en nuestras vidas, no es imposible el utilizar la propia bolsa reutilizable o invertir en un recipiente metálico para no tener que malgastar plástico (y dinero) en agua embotellada y en las cuales se han detectado microplásticos.
Las emisiones de carbono son la causa de la acidificación, así que cambiar pequeños hábitos diarios, como ir en bicicleta al trabajo o apagar las luces que no se usan, es un buen comienzo.
La gestión responsable de los océanos como recurso vital mundial es una de las claves de un futuro sostenible. Esto implica aumentar la financiación de la ciencia oceánica, intensificar los esfuerzos del combate de la contaminación marina por derrames de hidrocarburos mediante la actualización y aplicación de planes de contingencia y cambiar con urgencia la tendencia del Cambio Climático para salvaguardar el mayor ecosistema del planeta. Solo así podremos asegurar que las maravillas oceánicas continúen sosteniéndonos por generaciones futuras.
Sin los océanos no es posible la vida en la Tierra, cuidarlos y protegerlos es una labor fundamental que todos los seres humanos debemos practicar.
Súmate a los movimientos #SinContaminaciónPorPlásticos #salvemoslosocéanos
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Referencias Consultadas:
Acuerdo mediante el cual se expide la Política Nacional de Mares y Costas de México. https://www.dof.gob.mx/nota_detalle_popup.php?codigo=5545511
https://www.un.org/unworldoceansday.org
https://www.un.org/es/observances/oceans-day
https://www.aoml.noaa.gov/es/threats-to-coral
https://www.un.org/es/desa/ocean-conference-commitments
https://biblioteca.semarnat.gob.mx/janium/Documentos/Ciga/libros2018/CD005994.pdf
https://www.gob.mx/semarnat/acciones-y-programas/residuos-marinos-y-contaminacion-plastica