Por Máximo R. Luz Ruiz
El varamientos de un ejemplar de Manatí del Gran Caribe, recientemente en la zona de Isabela de Sagua agudizó las preocupaciones entre los especialistas del refugio de vida Silvestre Lanzanillo Pajonal Fragoso, en la costa Norte de la provincia de Villa Clara, Cuba.

Según declaraciones del M.Sc. Eddy García Alfonso, especialista del Refugio de Vida Silvestre, que coordina el Plan de manejo de este mamífero en peligro de extinción, en este sector de la costa norte del centro del país.
El ejemplar que apareció muerto en la zona conocida como Punta Gorda en Isabela de Sagua fue una hembra adulta con una talla 3.53 metros. El experto significó que en el caso del manatí del Gran Caribe, alcanza su madurez sexual a partir del quinto año de vida.

En cuanto a la causa de la muerte, explicó el máster en ciencias que luego de practicar la necropsia y por los signos observados en el cadáver, todo apunta hacia el ahogamiento como fundamental causa del deceso del animal.
Sobre el estado reproductivo de esta hembra fallecida, el estudioso de los manatíes, aclaró que según el recogimiento de las ubres se puede asegurar que ya había tenido descendiente y argumentó que esa cría en la actualidad no es recién nacida.
Según información ofrecida por el M.Sc. Eddy García Alfonso, especialista del refugio de vida silvestre Lanzanillo Pajonal Fragoso, en los últimos cinco años han ocurrido 6 varamiento, de ellos 5 en la bahía de Nazabal, uno el 2020, tres en el 2023, uno el 2024 y el ocurrido el 14 de julio 2025, en Isabela de Sagua.
De los seis manatíes varados, 5 eran adultos y se identificaron 4 machos y dos hembras. Sobre las causas de muerte de estos animales según los estudios realizados, dos de ellos se desconoce la causa del deceso por el estado de descomposición que se encontraban los cadáveres, de los demás se determinó que uno fue sacrificado, y tres murieron por ahogamiento, por el uso de las redes de pesca.
El uso de estas artes de pesca de enmalle se ubica entre las mayores amenazas para el manatí en la región, preciso el especialista García Alfonso.
Y significó que en los últimos tiempos se aprecia un incremento en la actividad de pesca en el territorio del área protegida, además explicó que la única actividad pesquera autorizada en la zona es la pesca de la langosta por las tripulaciones de la Empresa Pesquera Industrial de Caibarién (EPICAI), quienes han ganado en conciencia de la conservación del Manatí.

Eddy García Alfonso, destacó que el uso de las redes está prohibido dentro del área del Refugio de Vida Silvestre Lanzanillo Pajonal Fragoso, pero a partir de la poca presencia de los representantes de las entidades encargadas de mantener el control y el cumplimiento de las regulaciones pesqueras es aprovechado por los pescadores furtivos y particulares para realizar las labores de pesca en esta área.
La situación económica que atraviesa el país, la falta de combustible para realizar las acciones de monitoreo y control atenta contra la protección del Manatí, una especie que está en peligro de extinción. Y también afecta la protección de otras especies que son objetos de conservación en esta área protegida como las tortugas, tiburones, con diferentes categorías de amenaza y la Jutía Rata un endémico local.
El especialista destacó el funcionamiento de la Red de varamientos, como una fortaleza para la conservación de estos mamíferos marinos y explicó que está red la integran Tropas Guardafronteras, el cuerpo de guardabosques, la Policía Nacional Revolucionaria y su guardia operativa. También conforman la Red de varamientos la pesca estatal, la pesca privada y el área protegida con el grupo de recuperación y necropsias.
Con notable satisfacción el especialista del Refugio de Vida Silvestre significa que a pesar de todas estas situaciones que amenaza al Manatí se han reportado avistamiento de evento reproductivo, al observarse madre con crías, individuos adultos, juveniles y madre con dos crías la recién nacida y otra del parto anterior que se deduce por el tamaño, lo cual es una buena señal para la conservación de este mamífero marino.
A pesar de que aún no se logra realizar el conteo para determinar cuántos ejemplares conforman la población de Manatí del Gran Caribe que habita en las aguas del Refugio de vida Silvestre. El especialista destacó que según los reportes de avistamiento, el Manatí tiene una alta representatividad en el área protegida, pues es el segundo sitio en el archipiélago cubano que más se reporta su presencia.
Otro aspecto de carácter natural que el estudioso de los Manatí del Gran Caribe, significó fue el resultados de estudios recientes que demuestran que genéticamente los individuos que conforman está población no se cruzan con poblaciones reportadas en otros puntos de las costas cubanas.
En sus declaraciones el M.Sc. Eddy García Alfonso, recordó otros aspectos biológicos que complejizan la sobrevivencia de la especie, y explicó que la hembra está gastada 12 meses da a luz una sola cría y después está cría acompaña a la madre por dos años.
Todo lo anterior, avala la objetividad de la preocupación de los especialistas del refugio de vida Silvestre Lanzanillo Pajonal Fragoso en la costa Norte de Villa Clara por la conservación del Manatí.
Dentro de las medidas de conservación que se implementa en el área protegida se destaca un amplio programa de educación ambiental, que lidera la Licenciada Tania Roque que por la objetividad de sus acciones y los resultados alcanzados entre los niños, jóvenes y la familia en general se ubica entre los más ambiciosos de la provincia. Además, se continúa con la investigación sobre la ecología, las características morfológicas, biológica y conducta del Manatí.
El también veterinario Eddy García Alfonso, aseguro que una de las aspiraciones es lograr que Villa Clara tenga un Centro de rescate de mamíferos marino, que permita darle otras oportunidades de vida a estas especies a través de la rehabilitación, además este tipo centro va a permitir aumentar el conocimiento sobre la especie y su habitad.
Dentro de las medidas para el estudio y. conservación del manatí se puede comenzar a utilizar la tecnología como los vuelos de drones para detectar posibles pescadores furtivos.
Articulo publicado en El Bohío Revista Electrónica, Vol. 15, No. 8, agosto de 2025. ISSN 2223-8409