Existen muchas formas de contaminación ambiental y cuando se piensa en que todas están bien definidas surge una nueva manifestación, la cual da luz y conocimiento a cuán lejanos estamos de saber todo lo que nos afecta o de cuánto debemos hacer aún por preservar nuestro entorno más cercano: el océano que nos une.
No siempre al hablar de los muchos problemas que presentan los océanos en la actualidad tenemos una comprensión cabal y exacta de cuánto influyen en nuestra vida diaria, y no digo la del día a día sino esa real en el tiempo, algo más profundo en la vida de nuestro propio organismo.
La denominación de la palabra plástico abarca a un gran grupo de compuestos con estructura y propiedades comunes, como elasticidad y flexibilidad, que se han empleado y aplicado a toda la vida de la sociedad.
Los materiales sintéticos obtenidos son polímeros de largas cadenas de átomos de carbono derivados del petróleo.
Hoy vemos los plásticos como un fenómeno nuevo, pero no es tan así. Baste mencionar como cifra de la realidad que en 1986, en la Unión Europea un 7% de los desechos sólidos de la región eran plásticos de todo tipo que corresponden a 7 millones de toneladas de desechos plásticos. Hoy se calcula de manera incierta que más de ocho millones de toneladas de plástico en todas sus variedades llegan al océano, por múltiples vías, pero con una génesis común: la actividad humana.
Otro aspecto importante es saber cuánto del plástico producido en el mundo se recicla, y se menciona que menos de una quinta parte. Pero estas acciones deben verse, a mi modo de ver, en un contexto particular de país referido a qué hace cada uno en su patio, y mencionemos a EE.UU. con un reciclaje de menos del 10% del plástico de su universo nacional.
Los denominados microplásticos son partículas de tamaños inferiores a 5 mm y nanoplásticos cuando sus dimensiones están comprendidas por debajo de 100 nm. Así, podemos encontrar estas sustancias en alimentos naturales sin que nuestro paladar detecte su presencia.
Todos los ecosistemas, incluido el hombre en los mismos, nos afectamos por esta inversión del producto desde hace años, pero los organismos marinos y acuáticos son en la realidad el primer frente afectado de esta agresión ya hoy no tan silenciosa.
Los ejemplos para citar sobran, como el de un caballito de mar o hipocampus que se sostiene de un cotonete o bastoncillo plástico, desplazándose en las corrientes en las aguas contaminadas de la isla indonesia de Sumbawa, como algo normal para su existencia. Y comenta el fotógrafo Justin Hofman, autor de la imagen: “Ojalá esta foto no existiese”.
El impacto de los plásticos en los océanos se ha documentado en los últimos años con innumerables publicaciones, considerándose que alrededor de más de 700 especies son afectadas en su ciclo de vida, y de esta cifra, se menciona que algunas están en peligro de extinción.
Los microplásticos están presentes en los océanos como una forma microscópica que contamina la vida marina, llegando hasta nosotros a través de la trama trófica en alimentos provenientes de los océanos, a pesar de que no lo notemos.
En realidad, las noticias y lo que vemos en los medios de información son las fotos más espectaculares y la afectación a los animales mayores, pero las especies afectadas son de todo tipo y tamaño: bacterias marinas, microalgas, zooplancton… hasta llegar a los mayores depredadores del mar.
En cuanto al efecto de los plásticos en la vida de los organismos, es muy variado y aún están en estudios efectos nocivos que se desconocen. Lo que sí resulta real es lo altamente perjudiciales que son estas sustancias en nuestro entorno de vida.
Las soluciones son muchas para erradicar el uso o reciclar, o incluso usar con responsabilidad un material o producto que, si bien es útil, a la larga nos perjudica de alguna manera.
Organizaciones como Greenpeace de España plantean a vivas voces que no es suficiente el reciclaje, y ya algunos países han prohibido en uso y empleo de las tan socorridas bolsas plásticas, teniendo en cuenta que el reciclaje no reduce y aminora de manera aceptable el impacto de las mismas.
Publicado inicalmente Diario de Yucatan, Edición impresa, 27 de diciembre de 2019. Fuente: https://www.yucatan.com.mx/editorial/2019/12/27/el-reciclaje-el-primer-paso-de-su-control.html